Soñando
me encontraba, que vivía en la antigua Creta,
y mi destino había sido condenado al laberinto del espantoso minotauro. Y que corría
y corría y aún así no encontraba como salir de allí, de pronto me di cuenta que
hacia mas calor que en la virtualteca de la universidad, fue en ese preciso
momento cuando recordé que estaba atrapada en un trancón y el único monstruo
espantoso que había era Donamaris parís, quien con su mal estructurado plan de recuperación
vial, hacia de un paseo diario por el
centro de Cúcuta una odisea peor que la de homero.
Como
era largo el camino, tuve tiempo de analizar las promesas que el actual alcalde le había hecho a los cucuteños,
que habían seguido sus palabras, como las ratas la melodía del flautista de hamelin. Recuerdo gritaba como
pregonero de pueblo ,20 mil viviendas, Para los menos favorecidos, - eso
si ganando indulgencias con ave Marías ajenas-por que no crean ustedes que con
nuevo capitán, nueva embarcación, trabajo integral para todos, pero para todos
aquellos que puedan adquirir un local,
porque ya que según el y como paso en la
cumbre de las Américas para que una ciudad se vea linda, ay que a ¨limpiar las calles y esconder la mugre¨. Pero
como en un cuento de hadas, la magia termino al conseguir el puesto que tanto
había anhelado, han pasado 8 meses de gobierno y los menos favorecidos siguen
sin hogar, y los que medio tenían van rumbo a la inmunda. Cual ¨Cúcuta para grandes
cosas¨ si Cúcuta somos los colectivos que no quiere dejar trabajar, los
colegios a los que no quiere ayudar, la comunidad LGTBI a la que no
le respeta su libre personalidad, si Cúcuta somos todos ¿!Porque señor alcalde,
nos excluye de los beneficios de sus decisiones¡? . ¿Será que los cucuteños seguirán
soportando este cuento de terror? O se levantaran en voces para frenar la
locura de este espanto mitológico.
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